Qué es una ciudad sino la confluencia de su memoria urbana, la
manera como sus habitantes la viven, la transitan y la sueñan junto con
las tensiones y contradicciones de la vida cotidiana. Una ciudad tiene
en su interior más profundo, incluso aquellas que suelen ser
permanentemente intervenidas por la piqueta modernizadora, tramas
mitológicas, lugares únicos y emblemáticos que son, en definitiva, los
que suelen otorgarle su personalidad intransferible. En esa trama hecha
de recuerdos y novedades se va tejiendo lo que en cada uno de nosotros,
habitantes ensoñados y fatigados de sus calles y avenidas, de sus plazas
y paseos, de sus zonas oscuras y de sus barrios, termina siendo lo más
propio de identidades siempre en estado de inquietante desestructuración
y reacomodamiento.
Tal vez sea ese paisaje citadino que nos acompaña desde siempre,
incluso en sus inevitables transformaciones, una de las pocas certezas
que nos quedan en una época caracterizada por la fragilidad de todo y
por la impresionante aceleración de relaciones, lugares, objetos,
presencias, lenguajes, estéticas, que a duras penas alcanzan a
sustraerse a la vorágine de un sistema sustentado en la fugacidad y la
obsolescencia de lo más nuevo y rutilante.
CONTINÚA: http://www.infonews.com/2013/07/19/politica-86951-paisaje-urbano-y-gesto-antidemocratico.php
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