El Gobierno tomó –respecto del discurso y acciones
que proclama y ejecuta en general– una de las medidas más
controversiales de su gestión. La clave radicaría en descubrir si es una
contradicción principal o secundaria.
Caben dos aclaraciones, que se pretenden significativas, previas al
análisis político de este muy antipático blanqueo de capitales en
dólares. La primera, justamente, es que se trata de una opinión
política. Prescinde casi de consideraciones técnicas, para las cuales
hay gente mucho más capacitada que uno. Pero tampoco hay que dejarse
extorsionar –ni ahora ni jamás– por aquello de que, sobre economía, sólo
pueden opinar los especialistas. Ya se sabe o debiera conocerse quiénes
son los expertos que sentencian eso. Se valen de presencia mediática
manipulada para despreciar a quienes no sean ellos: defensores de los
intereses de los ricos.CONTINÚA: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-219868-2013-05-13.html
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