Este blog ha sido creado para fortalecer y difundir las ideas que conforman el proyecto nacional, popular y democrático.

jueves, 28 de julio de 2011

La masacre en Noruega. Por Enrique Lacolla

La locura gana espacio incluso en los países más ordenados. La matanza de Utoaya no se debió a un fundamentalista de tez renegrida, sino a un adalid de la superioridad blanca.
El episodio de la masacre en Noruega ha copado la atención de los medios de prensa mundiales. Pese a la cantidad de los asesinados en esa ocasión, la matanza no iguala a lo que sucede día tras día en otros rincones del mundo, donde la Otan bombardea de manera indiscriminada o se producen atentados y episodios sangrientos que no cesan. Esto podría ser tomado como otra muestra del doble rasero que la prensa hegemónica aplica para medir las cosas. Pero el dato de que en un país ordenado al extremo y caracterizado por su civilidad y la suavidad de sus costumbres políticas, se haya producido un hecho tan salvaje asesta un golpe a la tranquilidad pública y descubre con violencia, a esa sociedad privilegiada –y por extensión a las sociedades privilegiadas en general-, que se encuentran insertas, ellas también, en un mundo cuyos desequilibrios no pueden limitarse sólo a parcelas para ellas remotas del globo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario