
En estos primeros años del siglo XXI convergen
profundos cambios en nuestros países y en el mundo. En América latina, y
particularmente en Sudamérica, se advierten nuevas tendencias en los
siguientes campos.
La cuestión social: las grandes desigualdades que históricamente
caracterizan a nuestros países, son reconocidas como el principal
problema y un obstáculo fundamental al desarrollo. Las políticas para
atender a los sectores vulnerables, erradicar la pobreza, educar e
impulsar la cohesión social, ocupan actualmente una prioridad en las
políticas públicas.Calidad de los liderazgos: la prioridad de la cuestión social tiene profundas consecuencias políticas. Históricamente, sociedades que registran una profunda fractura, entre las minorías que concentran el poder económico y las mayorías populares, generan liderazgos que reproducen los privilegios y asimetrías establecidas y acumulan poder como agentes de intereses extranjeros. Desigualdad, subdesarrollo y dependencia están estrechamente asociados. Han surgido nuevos liderazgos en nuestros países que privilegian la resolución de la cuestión social y, consecuentemente, asumen un comportamiento distinto respecto de la gestión de la economía y sus relaciones externas. CONTINÚA: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-212708-2013-01-27.html
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