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domingo, 18 de marzo de 2012

Hacia adelante. Por Eduardo Aliverti

Como era previsible, el discurso de Cristina en el Congreso tiene repercusiones amplificadas. A más de una semana de producido, lo que la Presidenta expresó y obvió continúa marcando el paso de la agenda mayor. En enorme proporción, es así por la inexistencia, literalmente, de fuerzas opositoras. Pero ese dato no obsta –refuerza, en todo caso– lo imperioso de un examen centrado en cómo sigue el kirchnerismo, al cabo de una alocución mucho más dedicada al repaso de los logros que a las señales de futuro.
La agenda pequeña, siempre marcada por los medios enfrentados al Gobierno, continuó privilegiando la situación del vicepresidente respecto de Ciccone y aledaños. Boudou salió a defenderse como nunca lo había hecho, y entre otras cosas acusó a Clarín y La Nación de montar una obvia maniobra en su contra. Lo cual es factible aunque es cierto que hasta el viernes, cuando el administrador de la AFIP salió en su defensa con información técnica y en principio muy precisa, se vio a Boudou más bien solo. Eso dio pasto a las versiones de que no se desea protegerlo, quedando al arbitrio de lo veraces o verosímiles que resulten sus argumentos. Sin embargo, cualesquiera fueran las derivaciones –y de allí lo chiquito del tema en términos estructurales– debería estar fuera de duda que, en la peor de las hipótesis y al revés del menemato, es desacertado hablar de corrupción orgánica, inherente a los cometidos oficiales. La podredumbre de Menem y sus secuaces era, primero, un imperativo del modelo de remate nacional que llevaron a cabo. No se trataba de hechos aislados, visto en panorama totalizador. Concurrían al objetivo de que Argentina se mostrara abierta de piernas en forma armónica, ejemplar, tal como supo sincerarlo el ex canciller Guido Di Tella cuando mentó lo de las relaciones carnales. Sexo masivo-explícito y episodios de porno-soft no son la misma cosa, por si hiciera falta aclararlo. La agenda pequeña también se nutrió con nuevas estocadas de Hugo Moyano, para delicia de los medios opositores, que ven en el camionero una de las pocas vetas capaces de generarle conflictividad al oficialismo. El problema de esa especulación es su pan para hoy con hambre para mañana,...
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