Imposible
intentar analizar estos cinco años de gobierno de Cristina Fernández
dejando a un lado lo que significó la aparición inesperada y excepcional
de Néstor Kirchner en la historia argentina.
Esa alquimia entre condiciones materiales cargadas de dificultades que
mostraban a un país exhausto y sin brújula y la voluntad de ir a
contracorriente de alguien que logró colarse por una pequeña ranura de
un muro que parecía cerrado y sellado, marcarían los años venideros y
los nuevos desafíos a los que tendría que enfrentarse Cristina a la hora
de avanzar en la profundización de un proyecto de sociedad que venía a
romper la brutal monotonía de años y años de decadencia, fragmentación y
hegemonía de las grandes corporaciones económico-mediáticas. En todo
caso, y eso es importante destacarlo, Cristina, una vez terminado el
ficcional idilio entre Néstor Kirchner y los dueños reales del poder,
tuvo que enfrentarse, desde el comienzo de su mandato, a la rebelión
destituyente de quienes representan y representaron a lo largo de
nuestra historia la apropiación discrecional de la renta agraria (que en
esa oportunidad fueron acompañados y fervientemente apoyados por las
grandes empresas comunicacionales que buscaron, de diversos modos,
condicionar sin contemplaciones a su gobierno). Ni siquiera tuvo la
gracia de los famosos 100 días en los que todo nuevo presidente se
permite construir, sin graves impedimentos, los lineamientos centrales
de la que será su gestión. Al iniciarse marzo, y después de la calma
veraniega, se desató el conflicto con un sector clave de la economía que
venía siendo beneficiado por el crecimiento exponencial de la renta
agraria extraordinaria y por la política cambiaria.
CONTINÚA: http://www.e24n.com.ar/ini/index.php?option=com_content&view=article&id=3480:qlos-primeros-cinco-anos-de-cristinaq-por-ricardo-forster&catid=36:nacionales&Itemid=55
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