Cuando
Hugo Chávez ganó las elecciones presidenciales de 1998 en Venezuela la
perspectiva de América Latina y el Caribe parecía ser la recolonización
total por Washington mediante el Acuerdo de Libre Comercio para las
Américas (Alca). El neoliberalismo se imponía en la mayor parte del
mundo y en nuestra región sólo Cuba resistía contra el imperio a un
costo humano verdaderamente inexplicable si no se conoce a fondo su
épica historia de lucha por la independencia y la justicia social.
Esta situación comenzaría a cambiar con la dinámica acción de Chávez, que a través de un gran proceso democrático impulsó la aprobación abrumadora de la primera Constitución antineoliberal de América continental (1999). Su texto sentaba las bases para el pleno ejercicio de la soberanía popular y nacional con la democracia participativa, así como para encaminar trasformaciones sociales de hondo calado que podían conducir al socialismo. Acto seguido, con apoyo de la mayoría parlamentaria, el líder venezolano dictó 49 leyes que abrían el camino al control por el Estado de los hidrocarburos en beneficio directo de la sociedad así como a las reformas agraria y pesquera. La nueva Carta Magna establecía el derecho ciudadano a revocar el mandato de los funcionarios electos, algo insólito en las democracias representativas.
CONTINÚA: http://www.cubadebate.cu/opinion/2012/09/27/venezuela-ganar-no-basta/
Esta situación comenzaría a cambiar con la dinámica acción de Chávez, que a través de un gran proceso democrático impulsó la aprobación abrumadora de la primera Constitución antineoliberal de América continental (1999). Su texto sentaba las bases para el pleno ejercicio de la soberanía popular y nacional con la democracia participativa, así como para encaminar trasformaciones sociales de hondo calado que podían conducir al socialismo. Acto seguido, con apoyo de la mayoría parlamentaria, el líder venezolano dictó 49 leyes que abrían el camino al control por el Estado de los hidrocarburos en beneficio directo de la sociedad así como a las reformas agraria y pesquera. La nueva Carta Magna establecía el derecho ciudadano a revocar el mandato de los funcionarios electos, algo insólito en las democracias representativas.
CONTINÚA: http://www.cubadebate.cu/opinion/2012/09/27/venezuela-ganar-no-basta/
No hay comentarios:
Publicar un comentario